Jacqueline Diponti Cardona
Fundación Universitaria Católica Lumen Gentium
Como docente, Jacqueline Diponti Cardona, decana de la facultad de Ingeniería de la Fundación Universitaria Católica Lumen Gentium, ha preferido orientar materias de primeros semestres para entusiasmar a sus estudiantes a seguir el camino, a pesar de las dificultades que puedan enfrentar.
Con las estudiantes mujeres ha tenido la oportunidad no solo de asesorarlas, sino también de inspirarlas con su propia experiencia, animándolas a luchar por lo que les gusta, y a aprovechar todas las oportunidades de aprendizaje que tienen a su disposición.
“Creo que la constancia es una cualidad que está presente en la mayoría de mujeres. He visto como siempre, a pesar de cualquier inconveniente, tratan de terminar lo que inician, y cada vez que debo entregarles el título, me da mucha alegría”.
Para la decana, la ingeniería de sistemas es una carrera totalmente aplicable a la vida diaria, debido a su análisis de ideas, diseño y puesta en marcha, por lo que cada una de las fases del proceso, desde la academia, deben ser abordadas con pasión.
Ese sentimiento ha estado en la vida de Jacqueline desde que egresó del colegio, a los 16 años, y tuvo la oportunidad de fidelizar su decisión de ser ingeniera de sistemas, al hacer un técnico de un año, en el que aprendió a programar. Con ese conocimiento, entró a estudiar a la Universidad Antonio Nariño, en Armenia, en donde fue una destacada estudiante, que hoy sigue llenando de orgullo a su papá.
“Mi papá tuvo mucho temor cuando le mencioné que me gustaban los computadores y quería ser ingeniera, pero su apoyo para ingresar al técnico y a la carrera me ayudaron a enamorarme de mi profesión y de lo que hago”, recordó.
Después de trabajar, algunos años, en desarrollo de software, llegó a la academia, por la posibilidad de hacer un labor desde casa, cuando su hija estaba pequeña. La Universidad del Valle fue la primera que le abrió las puertas como catedrática, rol que le gustó porque debía prepararse más, y en el que estuvo diez años.
Después de ese tiempo y de dos posgrados, uno en Docencia en Educación Superior, de la Universidad Santiago de Cali, y otro en Educación y Desarrollo Humano, de la Universidad de San Buenaventura Cali, Jacqueline llegó a la Fundación Universitaria Católica Lumen Gentium, como docente de tiempo completo.
“Pude conocer el tema administrativo, apoyé a direcciones de programas, y se me dio la oportunidad de asumir la decanatura. Para seguir creciendo, actualmente, estoy haciendo un doctorado en Educación con énfasis en mediación pedagógica, con la Universidad de La Salle, en Costa Rica”.
El mayor desafío que ha enfrentado la decana, en su vida profesional, ha sido demostrar que puede ser una buena ingeniera, siendo mujer. “El estereotipo de que la ingeniería es para hombres fuertes se ha acuñado demasiado. Aunque ahora hay más libertad, muchas chicas aún sienten mucho temor. La tecnología es una necesidad global, y si uno se enamora de esto, es un gran proyecto de vida, para el que podemos organizarnos, y vivirlo en paralelo con nuestros demás roles”.
Foto: Cortesía Comunicación y Divulgación Institucional, Fundación Universitaria Católica Lumen Gentium.